¿Sabías que...?

Maria Antonia Josepha Johanna von Habsburg-Lothringen, Maria Antonieta, archiduquesa de Austria y Reina consorte de Francia y Navarra, encargó en 1783 un Breguet Supercomplication que tardaron 44 años en fabricarlo ya que constaba de todas las complicaciones relojeras más avanzadas de la época. El reloj de bolsillo fue fabricado en oro amarillo con cristal roca por ambas caras, repetición de minutos, calendario perpetuo, ecuación de tiempo, indicador de reserva de cuerda, termómetro metálico, subesfera de segundos y segundero central, escape de áncora, puente de volante en oro y sistema antichoque. El hoy conocido como Breguet nº 160 fue acabado 34 años después de la muerte de María Antonieta, que fue guillotinada el 16 de octubre de 1793 por delitos de traición.

El Nº 160 fue vendido al Marqués de la Groye, que, curiosamente, tras unas reparaciones en 1838, no volvió para recoger su reloj. El coleccionista Spenceer Brunton lo compró en 1887 por 600 libras, y así fue pasando por varios dueños hasta que el mecánico e inventor Sir David Lionel Salomons lo añadió a su extensa colección afirmando que "llevar un buen reloj Breguet es sentir que tienes el cerebro de un genio en el bolsillo". Tras la muerte de Salomons, en 1925, su hija Vera hereda su patrimonio. Vera dedicó buena parte de su vida a promover la fraternidad árabe-judía y fundó el Museo Mayer Memorial de Arte Islámico en memoria de su mentor y al cual donó los relojes de su padre.

Tras un robo en 1983, el reloj, junto a otras piezas, estuvo desaparecido hasta 2006, cuando la viuda del ladrón decidió, tras las negociaciones de su abogada con el museo, devolver este reloj histórico y con tanta historia.

En 2005, el máximo responsable del grupo Swatch, comenzó un proyecto para la fabricación del Marie-Antoinette Nº 1160, basándose en imágenes y descripciones del mítico 160.

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