¿Qué es una pulidora de tambor?

Joyeros, relojeros y orfebres coinciden que la maestría de un trabajo se consigue con un acabado impecable. El pulido y brillo de una pieza realza su belleza de tal modo que la hace lucir y en muchas ocasiones, le da una nueva vida destacando aún más su valor. Sin embargo, pulir una pieza de joyería no es tan simple como podemos pensar. Para utilizar una pulidora de joyeria se debe tener una enorme precisión y técnica para combinar en la justa proporción fuerza y delicadeza.
Piezas que pueden costar unos cuantos miles de euros pueden arruinarse por una técnica de pulido deficiente o defectuosa. Hacer un pulido manual es en algunas ocasiones un trabajo tedioso y que consume muchas horas de trabajo para el maestro joyero, relojero u orfebre. Los artesanos se apoyan en el trabajo de pulidoras que acortan los tiempos y esfuerzos de pulido a una fracción del tiempo empleado manualmente.
Dentro de todos los tipos de pulidoras destacada la pulidora de tambor o de barril. Una de las pulidoras más eficientes, versátiles y prácticas del mercado actual. Aunque es un equipo de uso difundido en talleres en todo el mundo, su funcionamiento es poco conocido. Sus enormes ventajas y la facilidad que permite trabajar con varias piezas al mismo tiempo, requieren que dediquemos un espacio único para estos instrumentos.
Veamos las características, tipos y aplicaciones de una de las ayudas más apreciadas por los maestros artesanos de la joyería en el mundo.
La pulidora de tambor: Un imprescindible en el taller
En términos muy básicos, una pulidora de barril es un equipo que permite remover partículas excedentes y recuperar el brillo de piezas de distinta naturaleza. Consiste en un barril o tambor de diferentes volúmenes interiores en el que se inserta una pieza que se somete a un proceso de pulido. Este barril se llena con una serie de perdigones de metal, y otros materiales abrasivos como arena, arcilla, grafito, basalto o tierras de diferentes tipos.
El proceso de pulido puede hacerse en seco o en mojado, ambos procesos se aplican de forma diferente dependiendo de la naturaleza del objeto a tratar. Cuando el barril se llena de los materiales abrasivos y la pieza a tratar, se procede a accionar el movimiento que puede variar en sentidos o velocidades. El movimiento, roce y desgaste entre el contenido del tambor, produce un devastado, pulido y abrillantado de piezas metálicas o minerales.
La mayoría de las pulidoras de tambor trabajan de manera automática y se apoyan en el funcionamiento de un motor que permite el movimiento del tambor.
Tipos de pulidora
Existen diferentes tipos de pulidoras con utilidades, funcionamiento, formas y procesos muy diversos, aplicados a una gran diversidad de elementos.
Pulidoras secas
Existen pulidoras que permiten el pulido de materiales solo usando la acción de elementos secos. Estos elementos pueden combinarse en diferentes tamaños, naturaleza o composición de su superficie. Esta combinación de granallas metálicas o rocosas producen una suave abrasión de la superficie de la pieza a pulir, eliminando partículas y mejorando el acabado.
El barril se llena con diferentes materiales, los más usuales son:
- Arcilla
- Pizarra
- Cerámica
- Acero inoxidable
- Arena
- Carburo de Silicio
- Basalto
- Piedra caliza o pómez
Pulidoras en líquido
Este tipo de pulidoras se diseñan para combinar los elementos de abrasión con líquidos abrasivos que reaccionan en el proceso. En una mezcla proporcional entre balines o granallas de acero, se puede combinar con agua y pastas de pulimento de base parafinada. Estas pastas contienen elementos de pulido como el óxido de aluminio que permite pulir y dar brillo a la superficie de las piezas.
Ventajas de la pulidora de tambor
Una de las mayores ventajas de la pulidora de tambor es que permite al joyero, relojero y orfebre optimizar el tiempo de trabajo a una fracción del pulido manual. En un solo tambor, un joyero puede pulir varias piezas al mismo tiempo, permitiendo que el trabajo se reduzca aún más. Otra de las mayores ventajas de este tipo de pulidoras es que favorece un pulido uniforme, suave y que causa el mínimo impacto en la pieza a pulir.
Dependiendo del material de abrasión, velocidad y tipo de pulidora usada, el proceso puede ir desde un suave brillo a una limpieza más profunda. El tiempo de acción de la pieza dentro de la pulidora permite obtener un resultado diferente y que el operario debe tener en consideración. Una misma pieza puede pasar por varios procesos de pulido utilizando diferentes tipos de pulido, tiempos de proceso y materiales de abrasión. Una sola pulidora puede usarse en diferentes trabajos con tan solo intercambiar los tambores, lo que da al taller una máxima versatilidad con una mínima inversión.
En Comercial Kirman tenemos a tu disposición la mayor variedad de pulidoras de joyeria del mercado.