¿Cómo se mide la precisión de un reloj?

¿Cómo se mide la precisión de un reloj?

Un reloj sin precisión es como una fuente sin agua. Una bonita joya, pero sin ninguna utilidad práctica. El valor integral de un reloj se incrementa de acuerdo a su precisión.

La maquinaria de un reloj funciona mediante una sincronía casi perfecta entre la oscilación, regularidad de las revoluciones de cada engranaje y liberación gradual de la fuerza del muelle principal hacia el mecanismo, lo que acompasa el movimiento.

La precisión de un reloj no es un valor que se cambie con el ajuste de una pieza específica. La precisión es resultado de un sistema armónico, sinérgico y en la que cada pieza funciona de modo correcto.

Antes de hablar de precisión como un concepto holístico, debemos descomponer el reloj como un sistema.


El reloj, un sistema perfecto.

Un sistema es algo que se compone de la suma de varias partes relacionadas entre sí, por lo menos de una manera concreta. Un reloj es un sistema en el que cada una de las piezas mecánicas son accionadas por la fuerza generada por su predecesora y que a su vez, ejerce una acción sobre la siguiente.

El funcionamiento de un reloj, se puede resumir en las siguientes fases:

  1. Alimentación de energía al muelle principal del motor, se logra que este se enrosque sobre sí mismo, acumulando energía cinética.
  2. La energía acumulada se transmite hacia el oscilador. A su vez, éste controla las revoluciones, ejerciendo la misma fuerza en sentido contrario, antes de transmitirla hacia el tren de rodaje.
  3. El mecanismo de control del oscilador, llamado áncora, oscila a un compás preestablecido y  permitiendo al primer eje, girar.
  4. El primer eje gira y otorga energía de rotación al segundo eje, a partir de aquí, se genera una reacción en cadena en todo el tren de rodaje.
  5. Cada eje, tiene un tamaño y un diseño que le permite girar a 1, 60 o 3600 revoluciones por hora.
  6. Sobre cada eje y visible en la esfera, se encuentra una manecilla que indica la hora, minutos y segundos en un patrón gráfico establecido por el diseño particular de cada modelo, marca y maestro relojero.

Midiendo la precisión

Como hemos dicho, la precisión no es un valor en sí mismo, sino el resultado del funcionamiento del sistema de manera integral. Existen diferentes maneras de medir la precisión de un reloj.

Algunas, son empíricas y sin una explicación evidente, pues, son discrecionales de maestros relojeros con muchos años de experiencia y que a simple vista, pueden determinar si un reloj está acompasado y, por ende, es preciso.

De manera personal, muchas personas optan por un método, nada científico pero que cumple el objetivo, por lo menos, temporalmente. Consiste en tomar un reloj confiable como referencia (un reloj atómico puede ser la mejor) y ajustar la hora en consecuencia.

Sin embargo, la manera más científica y profesional de medir la precisión de un reloj es mediante la utilización de un instrumento llamado Cronocomparador. Este instrumento mide la exactitud de un reloj mediante el análisis de la amplitud, caída y desviación del movimiento.

Todas estas mediciones, cuantificables mediante un complejo proceso de transmisión de ondas, le permiten al relojero comprobar la precisión del reloj y hacer los ajustes pertinentes.


¿Cómo se puede afectar la precisión de un reloj?

El desperfecto de una pieza puede ocasionar daños en la precisión del reloj. Un engranaje en mal estado, un muelle que ha ganado elasticidad o simplemente una pila defectuosa (en el caso de los relojes automáticos) pueden afectar la precisión.

Otros elementos externos, pueden afectar el funcionamiento del reloj, elementos como:

  • Temperaturas extremas: Estas pueden afectar la viscosidad del lubricante interno y afectar la fricción de las piezas.
  • Magnetismo: Un muelle, áncora o un oscilador magnetizado, actúa de manera diferente a su función principal.
  • Golpes o caídas: Los traumas, pueden desajustar piezas, romper ejes internos o causar alteraciones por elementos extraños en el interior del mecanismo.
  • Gravedad: La fuerza gravitacional, puede ejercer una alteración del movimiento y afectar la precisión. Esto se reduce en los relojes con tourbillon.
  • Oxidación: Los relojes que no son resistentes al agua o que se han sometido a presiones extremas, pueden presentar signos de oxidación y estas piezas pueden actuar de manera anormal.
  • Cuerpos extraños: El polvo, suciedad, grasa u otros cuerpos extraños, pueden interferir en la funcionalidad de las piezas y del sistema.
  • Manipulación: La manipulación del mecanismo del reloj, sin los conocimientos necesarios puede desajustar piezas importantes en la precisión.

El mejor modo de mantener la precisión de nuestros relojes, es llevarlo periódicamente a revisión por parte de un relojero profesional.

En la revisión, se evalúa a cada pieza por separado, en conjunto y se determina la precisión del reloj, haciendo las correcciones pertinentes para conservar a nuestros relojes siempre precisos y tan confiables como el Big Ben.

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