La importancia de la revisión de un reloj, que se hace realmente

Un reloj es mucho más que un instrumento de medición del tiempo. Para muchos, un reloj establece una conexión afectiva, que rememora a momentos especiales y que es una extensión de nuestro cuerpo.
Sin importar lo costoso que pueda ser, para cada dueño de un reloj, su importancia va más allá de ceros en una factura. Un buen reloj, ese que cuidamos con tanto esmero y que queremos conservar por muchos años, debe pasar por una revisión periódica.
¿Por qué debo revisar mi reloj?
Un reloj de buena calidad, funciona mediante el engranaje de piezas mecánicas que están en constante funcionamiento las 24 horas del día, los 365 días del año.
Cada segundo marcado, obedece a un mecanismo que contempla el engranaje de piezas metálicas que sufren un desgaste, con una vida útil determinada y con una fricción que puede deteriorarse irremediablemente, si no prestamos la debida atención. Es por ello, que cada cierto tiempo, debemos llevar a nuestro reloj a la mesa taller joyería de nuestro relojero de confianza para una revisión.
¿Cada cuanto tiempo debe hacerse?
Cada firma, hace sus propias recomendaciones sobre el período en el que deben hacerse las revisiones preventivas del reloj. Por lo general, cada 5 años, el reloj debe desarmarse, limpiarse y lubricarse. Sin embargo, por razones como la exposición a los elementos, polvo, calor y frío extremo, altas presiones submarinas y maltratos, pueden acelerar estos tiempos de revisión.
¿En qué consiste la revisión de un reloj?
Cuando un reloj llega a la mesa taller joyeria de un relojero, éste procede a realizar varios pasos secuenciales con el fin de verificar el funcionamiento del sistema en conjunto y el estado de cada pieza individual. Es importante resaltar que una revisión y una reparación, parten de concepciones di y enfoques diferentes.
Normalmente, la revisión de un reloj consiste en:
Desarmado del movimiento
Con la ayuda de herramientas especializadas, el relojero procede a retirar la tapa posterior del reloj y accede al movimiento, es decir, al mecanismo de funcionamiento del reloj.
Para ello, debe asegurarse que el muelle pierda todo momento de fuerza, es decir, que esté sin ningún tipo de tensión, pues con el desarmado, el muelle puede liberar de golpe la fuerza acumulada, perdiendo su forma de espiral y corriendo el riesgo de maltrato.
Posterior a ello, el relojero procede a separar cada una de las piezas del movimiento, con el cuidado de mantenerlas en orden y con el cuidado requerido en relación al tamaño, delicadeza e importancia de cada pieza.
Revisión individual de las piezas
Pieza por pieza, el relojero debe analizar cada una de las piezas que componen al mecanismo del reloj. Cada pieza es estudiada individualmente, observando su nivel de desgaste en comparación con la condición de nueva y evaluando su vida útil restante.
En este punto, por lo general, el relojero da un informe de daños al cliente, con la elaboración de un presupuesto de sustitución de piezas como parte del mantenimiento preventivo.
Limpieza de las piezas y movimiento
Cada pieza, de manera individual, pasa por un proceso de limpieza. Este proceso de limpieza consiste en una serie de baños con liquidos limpiadores, especialmente diseñados para remover impurezas del mecanismo.
Grasa y excesos de lubricantes, partículas de polvo, fibras u otros elementos extraños, son removidos en totalidad del mecanismos del reloj. En este punto, algunos clientes pueden solicitar algún tratamiento especial como el pulido y rejuvenecimiento de la caja, correas, armis o del reloj en general.
Se recomienda en esta etapa, hacer una limpieza del correaje del reloj, pues particulas externas de sudor, tierra, grasa y otros elementos, pueden quedar ocultos a la vista y deteriorar las correas del reloj.
Re-ensamblaje
Hacer un re-ensamblaje de un reloj posterior a una revisión, es prácticamente el mismo trabajo que realizó el fabricante cuando hizo el reloj. Cada pieza debe colocarse en su posición exacta y comprobar su disposición espacial. Este trabajo debe realizarse por un relojero experto, pues puede ser una de las etapas más delicadas, que requieren de mayor concentración y conocimiento.
Comprobación
Posterior al ensamblaje del reloj, debe comprobarse su funcionamiento y verificar que la marcha del reloj está en perfectas condiciones. Para ello, los relojeros profesionales se valen de un instrumento de alta precisión llamado cronocomparador, que analiza el movimiento del reloj acompasados con el ritmo de movimiento del usuario.
Pero la revisión no solo pasa por la revisión con el equipo del cronocomparador, sino que el relojero mantiene en observación al reloj por un período no menor a 24 horas, comprobando su exactitud y precisión.
Prevenir es mejor que curar...es también más barato siempre. Por ello, la mejor forma de mantener nuestros preciados relojes, es hacer el mantenimiento preventivo con nuestro relojero de confianza.